Teresa y Justino

“Era un 7 de Julio cuando la vi”

Cuando se vieron y bailaron.
Y Teresa y Justino no dejaron de bailar NUNCA.

El pasado post fueron ellos los encargados de contar su historia en el blog, y hoy…

Prepárense, que nos vamos a Bodega Otazu para disfrutar de su gran día.

Teresa y Justino

Teresa y Justino conocían la bodega por un evento anterior, en donde decidieron que su día B bailaría entre viñedos.

Y el 15 de Julio y arropados por la Iglesia de San Esteban de Otazu, prometieron seguir escribiendo su historia al compás.

Teresa

Teresa vistió un modelo de Rosa Clará, con corte sencillo, clásico por delante y espalda abierta hasta la cintura. Adornado con un lazo en la cintura y de color blanco roto. Con zapatos a medida con dos hebillas y cerrados por delante.

Acompañaron al look unos pendientes colgantes de perla regalo de sus hermanos, dos ligas regalos de la cuadrilla y una buena amiga.
La peluquería y el maquillaje fueron trabajo de José García, quien elaboró un recogido sencillo acorde con el maquillaje.

El ramo lo eligió con ayuda de su madre, y Floristería El Árbol lo hizo realidad. Un ramo de flores campestres de colores blancos con empuñadura de rafia natural.

¡Espectacular!

Justino

Traje negro regalo de su tía carnal, con chaleco plata, corbata y pañuelo a juego.
Como complementos llevó gemelos de oro blanco de su padre, y en homenaje a él.

Bodega Otazu

Y bodega Otazu dio la bienvenida a sus protagonistas en la Iglesia de San Esteban de Otazu, donde colocaron centros muy sencillos con margaritas y unos fardos de trigo, recordando al padre de Justino que era agricultor.

Una vez cumplido el sí quiero, nos trasladamos a la zona del aperitivo para disfrutar de la gastronomía y los jardines de bodega Otazu.
La deco de la bodega mezcló su historia; por un lado las flores y los aperos (algunos de ellos con más de 100 años de antigüedad) y, por otro lado el seating plan y el menú, que simulaban pequeñas pizarras (Teresa es profesora).

“Para nosotros fue un día muy especial, ya que lo preparamos con mucho mimo y cariño, pensando en cada una de las personas que iban a estar presente ese día. Intentamos que todo el mundo se sintiera a gusto y que fuera un día para celebrar, disfrutar y pasarlo bien.
Además de todas las sorpresas que nosotros habíamos preparados, tanto nuestros amigos como la familia nos sorprendieron con muchos detalles que no esperábamos, y nos sentimos abrumados por todas las muestras de cariño.

En todo momento se pudo apreciar un ambiente muy bonito, en el que todo el mundo conversaba y charlaba, aunque no se conocieran.
La elección del lugar fue un acierto ya que todo fue muy cómodo y agradable. La belleza de la zona del enlace y del aperitivo, el cuidado por parte de todo el personal hacia nosotros y el resto de invitados. Así como la calidad de la gastronomía. Gran parte de los invitados nos felicitaron por la elección.

Teresa y Justino os deseamos que sigáis bailando, al compás y entre viñedos SIEMPRE.

Fotos; Pixelart Creativos 

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