De vino y boda, en Bodega Otazu

Aún recuerdo cuando la vi por primera vez... Aún recuerdo cuando la vi por primera vez, estaba de visita en bodega Otazu, y, allí fue donde nos encontramos. Ella era simplemente perfecta, tenía los ojos achinados y el pelo rubio como el sol de ese día. Iba saltando entre nosotras, oliendo todos los colores del día, disfrutando como solo ella sabía hacer de nuestra esencia. Se acercó hasta donde estábamos y acarició nuestras hojas y olió nuestros frutos, dejando un rincón de su destino en cada...
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